Posts Tagged ‘Israel Kirzner’

Nueva Edición de la Revista Digital Orden Espontáneo

julio 15, 2010

Estimado Lector,

Es una gran alegría presentar la nueva edición de la Revista Digital “Orden Espontáneo” del Centro Adam Smith perteneciente a la Fundación Libertad.

Este número incluye una entrevista a Gustavo Lazzari, Director de Políticas Públicas de la Fundación Atlas para una Sociedad Libre. Este singular defensor de la ideas de la libertad nos cuenta en el reportaje su opinión acerca de la estatización del fútbol, sus reflexiones para Argentina después de editar dos libros sobre políticas liberales exitosas, sus argumentos a favor de las políticas de shock en lugar del gradualismo, la victoria de Piñera en Chile, su opinión acerca del futuro de nuestro país y mucho más.

Continuamos con un artículo escrito por Israel Kirzner titulado “La Naturaleza e Importancia de la Educación Económica. El autor se propone explicar porqué considera que los fenómenos económicos se caracterizan por ser contra-intuitivos y de ello deriva la importancia de la difusión de la teoría económica para poder aplicar políticas públicas exitosas. Describe el caso de su maestro, Ludwig von Mises, a quien considera un ejemplo de pasión e imparcialidad científica.

Por último, publicamos una breve biografía del economista francés del siglo XIX Claude Frédéric Bastiat. Este incansable promotor de la libertad individual se caracterizó por su maravillosa utilización del sarcasmo para ridiculizar las ideas intervencionistas. No resulta extraño que Henry Hazlitt lo haya llamado un “maestro del reductio ad absurdum”.

Desde Fundación Libertad aprovechamos la ocasión para saludarlos y esperamos que disfruten de esta nueva edición de la Revista Digital.

Matías Spelta.
Editor Revista Digital Orden Espontáneo

La Acción Humana, 1949: Un Episodio Dramático en la Historia Intelectual

diciembre 18, 2009

Por Israel Kirzner*1

Se dice que un gran libro es como un gran castillo. Puede ser visto desde muchos diferentes ángulos, cada uno de ellos ofreciendo una perspectiva única. Examinar el monumental trabajo de Ludwig von Mises desde la ventaja de estar en el 2009 nos permite ver con gran claridad un aspecto fascinante del libro – el absoluto drama de su aparición en el momento en que lo hizo. Este es un tema sobre el cual he escrito más de una vez a lo largo de los años. Estoy agradecido por la presente oportunidad de expresar este asunto con algunos mayores detalles.

Alrededor de 13 años atrás (en mayo de 1996, cuando se celebraron los primeros 50 años de servicio público espléndidamente contribuidos por la Foundation for Economic Education), enfaticé el crucial rol jugado por FEE en conservar la bandera de la economía austríaca. Hice especial hincapié en el rol que jugó (en gran medida al proveer a Mises una “atmósfera” agradable) en sostener a la tradición austríaca de economía durante décadas en las cuales la reputación profesional de la escuela estaba en su punto más bajo. Ese artículo se enfocó, en parte, en la contribución de la Fundación al subsiguiente resurgimiento de la economía austríaca en este país. El presente escrito complementa esa anterior pieza al enfocarse en el carácter totalmente dramático del impacto de largo plazo de esta magnum opus de Mises, una obra que afianza todo lo que Mises escribía bajo el auspicio de FEE, y a la cual se le atribuye incuestionablemente el resurgimiento de la economía austríaca.

El Drama Intelectual de La Acción Humana

El término “drama” puede parecer fuera de lugar con respecto a un serio capítulo sobre los fundamentos de una disciplina formal. Sin embargo, La Acción Humana no es una obra ordinaria. Es un trabajo que, en su tiempo, fue visto escrito de una manera crudamente intransigente, expresando una particular visión del mundo y una particular interpretación de la economía – en un momento en que se pensaba que esa visión del mundo y esa interpretación estaban fuertemente apartados de la arena profesional. El libro llegó a ser desechado de plano, y posteriormente ignorado, como la última hora de una tradición intelectual que agonizaba. Sin embargo, esta opinión estaba seriamente equivocada.

Lo digo una vez más, La Acción Humana no fue simplemente un trabajo que presentó las ideas de una vieja tradición. Debemos señalar que el libro de hecho representó una dramática revisión, una dramática profundización de las perspectivas de la Escuela Austríaca. Precisamente cuando la tradición de la economía austríaca estaba ampliamente vista virtualmente muerta, como un material sólo para tratados de historia del pensamiento económico – precisamente en ese momento esa misma tradición produjo con brillantez una vivaz y fresca fundamentalmente nueva interpretación de sus principios centrales. Seis décadas después podemos ver cómo la revisión de Mises y su reinterpretación inspiraron un resurgimiento del interés en la economía austríaca por parte de serios académicos y estudiosos. Visto desde esa perspectiva, la publicación de 1949 de La Acción Humana debe ser reconocida seguramente como un dramático episodio en la historia de la economía.

El Declive de la Economía Austríaca, 1932-1945

A comienzos de la década de 1930 la Escuela Austríaca de Economía era reconocida en el continente, en el Reino Unido y en los Estados Unidos como un componente importante de la economía académica contemporánea. En ese entonces para los jóvenes estudiantes de América que visitasen las academias europeas, una invitación para presentar su trabajo en un seminario en la Universidad de Viena era un logro profesional altamente valorado. En Gran Bretaña, Lionel Robbins, el economista más destacado de la Universidad de Londres, publicó su clásico de 1932, Un Ensayo sobre la Naturaleza y Significación de la Ciencia Económica, repleto de perspectivas y citas que el autor había seleccionado de la literatura austríaca y de sus visitas a Viena. En ese mismo año Robbins invitó al brillante joven Friedrich Hayek (un cercano colega y protegido de Mises) para unirse al cuerpo docente de la Universidad de Londres con una prestigiosa cátedra. Y la aparición de Hayek en la escena de la academia británica tuvo casi un dramático impacto en las discusiones económicas de Londres, especialmente con respecto a la teoría del capital y la monetaria.

Sin embargo, solo unos pocos años más tarde, parecía que este éxito se había evaporado. El avance de la teoría económica en los ’30 (avances relacionados en particular al trabajo de Piero Sraffa y John Maynard Keynes, a las teorías de la competencia imperfecta y monopolística, a las teorías de economía socialista, y a sofisticados avances en la economía matemática) parecía haber dejado a los austríacos muy atrás. Fueron vistos derrotados por Keynes (con respecto a los temas macroeconómicos), por Frank Knight (con respecto a la teoría del capital), y por Oskar Lange y por Abba Lerner (sobre la posibilidad de la eficiente planificación económica socialista), y haber fallado en mantener el ritmo en los apasionantes desarrollos en teoría del bienestar, econometría y economía matemática. La dispersión física del círculo de economistas de Viena que habían asistido al famoso seminario de Mises como resultado del desorden político de la época ciertamente contribuyó a la impresión de que la tradición de Viena no era más un componente vivo del pensamiento económico moderno. (El mismo Mises se había ido de Viena a Ginebra en 1934). A pesar de que Mises publicó Nationalökonomie en Ginebra en 1940 y Hayek publicó La Teoría Pura del Capital en 1941, la profesión económica casi no le prestó atención a estos trabajos. Para fines de la Segunda Guerra Mundial, con Mises refugiado en Nueva York y sin una posición académica regular, las perspectiva futuras de la tradición Menger-Böhm-Bawerk parecían en efecto sombrías.

Además, puede sostenerse, que ciertos aspectos de los desarrollos en la teoría económica mainstream durante la década del ’30 – a pesar del desvío general del camino de la teoría austríaca- puede bien haber hecho parecer que se había erosionado la justificación de una presencia austríaca distintiva. En sus primeros años la Escuela Austríaca había ganado su peculiaridad tras su pionero desafío al predominio de la Escuela Histórica Alemana. No obstante, para la década del ’30, esa batalla (con respecto a la legitimidad de la teoría económica abstracta) decididamente se había ganado; todas las más grandes escuelas europeas de pensamiento económico estaban del lado de los austríacos con respecto al rol de la teoría pura. Y en 1932 el mismo Mises había escrito en cuanto a que todas las escuelas de pensamiento económico “moderno” suscriben al mismo conjunto de principios económicos, aunque en diferentes lenguajes y con diferentes formas de exposición. Parece claro que el mismo Mises, no había (en 1932) reconocido el abismo que (como más tarde se convertiría en algo ampliamente claro!) separaba la dominante anglo-americana mainstream de la economía que el mismo Mises identificaba con la tradición austríaca. Por lo que un número de los discípulos de Mises (incluyendo, quizás, Frtiz Machlup, Gottfried Haberler, y Paul Rosentein-Rodan) pueden ser excusados por pensar que lo que era importante para la tradición austríaca estaba en ese momento (los ’30) bien aceptado en la economía mainstream. No había ninguna ganancia intelectual que ganar, como los austríacos llegaron a creer, en insistir en la peculiaridad de la etiqueta austríaca.

El Debate sobre el Cálculo en el Socialismo y la Revolución Mises-Hayek

A pesar de que la inmediata escena posterior a la Segunda Guerra Mundial se presentaba tan poco hospitalaria para una economía austríaca distintiva, tanto Mises como Hayek estaban de hecho trabajando, independientemente pero a lo largo de caminos paralelos, hacia una revolucionaria reinterpretación de su patrimonio intelectual. (Esta nota, por supuesto, se enfoca en el trabajo clásico de Mises de 1949. No obstante, sería un serio error no destacar que el “drama” que hemos visto en la aparición del libro de Mises tuvo paralelismos con la aparición del volumen de ensayos de Hayek de 1948-49, Individualism and Economic Order. He tratado la complementariedad entre estas dos contribuciones en “Ludwig von Mises and Friedrich von Hayek: The Modern Extension of Austrian Subjetivism” reimpreso como el capítulo 7 en mi libro The Meaning of Market Process: Essays in the Development of Modern Austrian Economics.)

Parece razonable creer que el “debate sobre el cálculo económico en el socialismo” que prosiguió con furia en la década de la preguerra indujo las revisiones revolucionarias en la comprensión de los mercados. La aceptación desprovista de sentido crítico por parte de la profesión económica de la tesis Lange-Lerner – que los socialistas pueden planificar eficientemente al modelar sus planes basándose en las condiciones del equilibrio general (postulado por teóricos del mainstream como los principios rectores de los sistemas de mercados competitivos)- le enseñó a Mises y Hayek que su propia comprensión de cómo funcionaban los mercados difería fundamentalmente de la de sus colegas neoclásicos. Mises, en particular, en ese momento se dio cuenta de que los teóricos neoclásicos del mainstream no suscriben a la misma interpretación de los principios económicos que gobiernan los mercados que la que suscriben los economistas austríacos (o, al menos, él).

Mises escribió La Acción Humana para expresar con suma convicción su rechazo a aceptar esa interpretación neoclásica mainstream acerca de cómo funcionan los mercados. La Acción Humana fue una desafiante declaración de independencia teórica – una declaración explicando con detalles explícitos lo que hasta esa fecha (al menos en la visión de Mises) había estado implícito en anteriores teorías neoclásicas (y particularmente en la teoría austriaca) del mercado. (Ver la obra de Frank M. Machovec Perfetc Competition and the Transformation of Economics).

Esta explícita articulación constituyó una dramática y revolucionaria profundización y extensión de la existente teoría austríaca. El hecho de que llegó a inspirar el resurgimiento de la economía austríaca a fines del siglo veinte, a pesar de haber sido ignorada y pasada por alto cuando fue publicada por primera vez, es en gran parte lo que hizo de la publicación de La Acción Humana un episodio de drama intelectual.

Proceso de Mercado Versus Equilibrio de Mercado

Considero que lo que el debate sobre el cálculo económico en el socialismo le enseñó a Mises es que es necesario, si se quiere promover la comprensión económica de lo que el sistema de mercado logra, reemplazar el énfasis puesto en los patrones de equilibrios de mercado alcanzables con un énfasis en el carácter de los procesos de equilibración. (Un exhaustivo estudio que se ocupa de respaldar esta afirmación es la obra de Don Lavoie Rivalry and Central Planning: The Socialist Calculation)

Enfatizar este último aspecto revela el carácter esencialmente empresarial de los procesos de mercado y subraya el rol de la competencia dinámica (en oposición al estado de la llamada “competencia perfecta”) en este proceso empresarial (En el trabajo de Hayek un cambio análogo estaba siendo articulado: a saber, un reemplazo de un mundo caracterizado por un imaginario conocimiento mutuo perfecto por otro mundo en el cual el proceso de “aprendizaje” del mercado tiende continuamente a expandir el alcance del conocimiento mutuo – sujeto, por supuesto, a las continuas alteraciones generadas por cambios exógenos en los patrones de demanda, disponibilidades de recursos, y demás.). Los escritores que creían que los planificadores centralizados podían emular la eficiencia del mercado pasaron por alto, en la visión de Mises, los sutiles procesos de descubrimiento empresarial, a partir de los cuales, por sí solo, se puede postular cualquier tendencia sistemática hacia el equilibrio de mercado.

Al enfocarse en el proceso empresarial en funcionamiento en mercados libres de obstáculos gubernamentales a la entrada de la competencia, Mises propuso mucho más que una reinterpretación de la teoría tradicional de los precios. Sus perspectivas ofrecieron una brillante nueva comprensión del significado de la competencia en los mercados, y por lo tanto, también un revolucionario punto de vista sobre la teoría del monopolio. La interpretación de Mises del proceso del mercado implicó no solo el rechazo de la ortodoxia mainstream en la teoría del socialismo, sino también implicancias de largo alcance para la teoría de la política antimonopolio y, más generalmente, para la teoría de la política regulatoria gubernamental.

Por muchos años este nuevo énfasis en la economía Miseana-Austríaca fue completamente ignorado. Luego de la década post Segunda Guerra Mundial el foco de atención profesional no estuvo en la formulación precisa de los fundamentos de la microeconomía, sino acerca de si la microeconomía debe ser suplantada en el mundo real, como asunto práctico, por consideraciones macroeconómicas keynesianas. Además, la creciente sofisticación de la economía matemática, y sus aplicaciones en la elaboración de la ambiciosa iniciativa teórica del equilibrio general Walrasiano, se combinaron para hacer que las ideas de Mises parecieran anticuadas, elementales e incluso primitivas. Como es ahora bien conocido, estas fueros décadas (este período se extiende desde la publicación de 1921 de Frank Knight Risk, Uncertainty and Profit hasta el trabajo pionero de William Baumol casi medio siglo después en el cual resucita el rol empresarial) en las cuales la teoría económica mainstream perdió casi completamente de vista al empresario.

El Drama del Resurgimiento Austríaco

Sin embargo, el gran trabajo de Mises no estaba destinado a ser enterrado por la eternidad bajo su ensordecedor silencio. Para las décadas de 1960 y ’70 estudiantes y académicos más jóvenes empezaron a descubrir el trabajo de Mises y a reconocer la vivaz frescura de sus ideas. La profesión económica – o al menos algunos de sus estudiantes de grado más atrevidos y abiertos de mente – estaba al mismo tiempo empezando a tomar nota y a reconocer la embrutecedora irrelevancia de mucho de lo que estaba siendo enseñado en los departamentos de grado mainstream. La caída de la economía keynesiana durante las últimas décadas de este siglo produjo una renovada atención a los fundamentos de la microeconomía. En La Acción Humana más y más jóvenes estudiantes redescubrieron ideas que les permitieron dar sentido al complejo mundo que la ciencia económica se supone debe ayudar a comprender. La caída de la Unión Soviética enfocó la atención en las grandes verdades sobre el socialismo extraídas de los fundamentos miseanos. Esa caída le enseñó a muchos que la corriente principal de la profesión, que por décadas había defendido la posibilidad de eficiencia económica bajo el socialismo y había rechazado con desprecio a aquellos que habían desafiado dicha posibilidad, estaba simple y vergonzosamente equivocada.

El moderado resurgimiento del interés en la tradición de la economía austriaca durante las últimas cuatro décadas ha destacado, en mi opinión, el drama inherente a la primera aparición de La Acción Humana. Este trabajo fue el valeroso manifiesto de un erudito de integridad incorruptible quien, cercano a la séptima década de su vida, contribuyó a una renovada y brillante articulación de verdades económicas. El hecho de que este trabajo haya sido ignorado por décadas y solo posteriormente ganó reconocimiento (aunque modesto) le suma al drama intelectual de este episodio en el desarrollo del pensamiento económico del siglo XX. La especulación con respecto a la futura influencia que puede todavía ser ejercida por este destacado trabajo solo aumenta la emoción suscitada por este drama.

* Israel Kirzner es profesor emérito de economía por la Universidad de Nueva York y realizó su doctorado bajo la dirección de Ludwig von Mises. El profesor Kirzner es autor de muchos libros dentro de la tradición austríaca de economía, entre ellos Competencia y Empresarialidad; Perception, Opportunity, and Profit; y The Meaning of Market Process.

1 Artículo publicado en la Revista Digital Orden Espontáneo de noviembre de 2009.

Revista Digital Orden Espontáneo de Noviembre

diciembre 9, 2009

Estimado Lector,

Es una gran satisfacción presentar un nuevo número de la Revista Digital “Orden Espontáneo” del Centro Adam Smith perteneciente a la Fundación Libertad.

Esta nueva edición incluye un artículo de Israel Kirzner en conmemoración del sexagésimo aniversario de la publicación de la obra magna de Ludwig von Mises “La Acción Humana. Tratado de Economía”. Allí relata el dramático episodio que implicó su aparición.

Luego, presentamos un escrito de Peter Klein acerca de la relación entre Oliver Williamson, reciente ganador del Premio Nobel de Economía, y los economistas austríacos. En el mismo plantea que hay paralelismos evidentes entre ambos y oportunidades de ganancia en el “comercio”.

Por último, publicamos un ensayo de Francisco Capella donde muy ingeniosamente a través de una analogía, un tanto humorística, describe y toma posición en el debate interno dentro de la Escuela Austriaca acerca de las reservas fraccionarias en el sistema bancario.

Desde Fundación Libertad aprovechamos la ocasión para saludarlos y esperamos que disfruten de esta nueva edición de la Revista Digital.

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Matías Spelta
Editor