Un Economista Singular. Entrevista a Ivo Sarjanovic. 1era Parte

Ivo Sarjanovic es Vicepresidente de Cargill International Suisse (CISA) con sede en Ginebra. Se desempeña actualmente como Gerente Mundial de Trading de Soja y como Gerente de la Unidad de Negocios Agrícolas de África y Medio Oriente. *

Ivo Sarjanovic

A pesar de que profesionalmente proviene de la actividad empresarial, nunca se ha desvinculado del ámbito académico, y menos aún de la Escuela Austríaca de Economía. Se destaca su colaboración en importantes obras de esta tradición de pensamiento, como “Tiempo y Dinero” de Roger Garrison y la biografía de Ludwig von Mises “El último caballero del liberalismo” elaborada por Jörg Güido Hülsmann. Asimismo, ha escrito artículos muy importantes y recientemente ha participado del “Ciclo Anual de Conferencias: La Escuela Austríaca de Economía” que se realiza en la ciudad de Rosario (Argentina) con su exposición “El mercado como proceso”. Esta entrevista es una humilde forma de homenajear a alguien que, a pesar de la distancia, contribuye diariamente al crecimiento de la Escuela Austríaca a nivel teórico y a su difusión, particularmente en la ciudad de Rosario, ya sea por acciones concretas o por sus consecuencias no intencionadas de las mismas. Este reportaje puede ser interpretado como una continuación de la entrevista que le realizó Adrián Ravier en octubre del 2007 para la Revista Digital “La escuela Austríaca en el Siglo XXI”.

MS: Empezaste a trabajar en Cargill en Rosario a los 24 años como operador del mercado local. ¿Cómo llegaste a tu actual puesto y a vivir en Suiza?

IS: Sí, hace ya 20 años que trabajo en Cargill. Comencé como operador local en la oficina Rosario. Ahí me dedicaba a comprar granos y oleaginosas para los programas de exportación y molienda. Durante un período corto estuve a cargo de la comercialización de la mercadería que originaba nuestra cadena de acopios. Luego de 2 años me trasladaron a Buenos Aires. Ahí fui Junior Trader del mercado FOB de trigo, maíz y sorgo. Hice ese trabajo durante 3 años, pero en el medio pasé una temporada en la oficina de San Pablo-Brasil, organizando la importación de trigo. A fines de 1993 vine a Ginebra con la idea de realizar un training de unos 3 años y aun sigo aquí. En Ginebra trabajé un año como Global Trader en el mercado de trigo. Posteriormente pasé a la mesa de oleaginosas. Ahí hice trading de soja, girasol y canola. En el año 2001 quedé a cargo de esta operación a nivel mundial. En el año 2007, adicionalmente al trading, asumí la responsabilidad de desarrollar nuestro negocio en África y el Medio Oriente pero desde un punto de vista de marketing y de posicionamiento de activos. Es un complemento interesante porque el trading te convierte en un especialista mientras que este rol me permite involucrarme en otros aspectos muy interesantes como inversiones, recursos humanos, etc. Por el momento tenemos oficinas en Marruecos, Egipto, Sudáfrica, Zambia y Kenia. Tengo que viajar frecuentemente a esa región que es muy diversa desde todo punto de vista. Así que en definitiva la experiencia Suiza, que he disfrutado mucho, se alargó un poco más de lo esperado. Pero sigo extrañando a mi querido Rosario como desde el primer día que me fui, aunque el Rosario que yo extraño quizás ya no existe más que en mis recuerdos.

MS: Más allá de la coyuntura actual de la crisis, ¿Pensás que las posibilidades de crecimiento de África se han incrementado?

IS: África es un continente muy diverso. Tiene 53 Estados independientes, lo que hace especialmente complicado armonizar políticas de Estado a nivel continental. A nivel espacio es equivalente a 3 veces Estados Unidos. Tiene muchísimas diferencias étnicas, idiomáticas y religiosas (sólo en Sudáfrica existen 12 idiomas oficiales!). Tiene países chiquitos como Djibouti y otros enormes como Sudán. Tiene países relativamente ricos como Libia y Sudáfrica y otros muy pobres como Mozambique. Tiene sistemas de gobierno muy variados aunque hay más países democráticos que antes. Por eso es difícil hablar de África como un todo. Hay países muy ricos en recursos naturales que están creciendo fruto de los mejores precios de las materias primas y también porque especialmente China está invirtiendo mucho dinero en esta zona del mundo. En el aeropuerto de Zambia, un gran productor de minerales, los carteles están en inglés y en chino. China está expandiéndose rápidamente en varios países. Por otro lado cuando los precios del petróleo estaban altos también había mucha inversión de países árabes en el norte de África. O sea que como conclusión, y si bien la situación sigue siendo muy complicada, diría que hay mejores perspectivas.

MS: ¿Podrías contarnos sobre tu trabajo en el presente? ¿Te toca vivir la crisis en el día a día?

IS: Sin dudas que la crisis nos afecta y mucho. Los mercados de commodities agrícolas gradualmente fueron convirtiéndose en una alternativa interesante de inversión para hedge funds y fondos de pensión y estos flujos de dinero de gran magnitud le agregaron a nuestros mercados un nivel de volatilidad que antes, cuando el mercado estaba poblado más que nada por comerciales y especuladores pequeños, no tenía. En consecuencia, al estar nuestros productos mucho más integrados que antes al menú de opciones que tiene un inversor, sufren los vaivenes del optimismo y pesimismo que afectan a mercados más grandes como el de equities, deuda o energía. Pero el impacto no es sólo a nivel de mercado de futuros sino que también tiene un gran impacto a nivel real. En épocas de crisis cambian drásticamente las pautas de consumo y eso genera muchos efectos de elasticidad precio e ingreso que alteran el flujo típico del negocio. Lo más desafiante de esta nueva etapa es comprender que hoy, como decía aquel famoso conductor de TV Pancho Ibáñez, “todo tiene que ver con todo”. Eso implica que para poder tradear soja tenés que estar muy informado y comprender qué pasa con las monedas, las acciones, la energía, los metales, etc. Y donde, en resumen, lo real o fundamental y lo financiero o técnico están mas interconectados que nunca.

MS: ¿La actividad de los hedge funds estaría generando desequilibrios adicionales y distorsionando las señales de los precios? ¿Haría falta algún tipo de regulación?

IS: Es una pregunta que me planteo mucho y que se está debatiendo en campos académicos y políticos. Mi impresión es que los fondos en el corto plazo pueden desconectar los precios de los fundamentales pero en los mercados donde existe un mecanismo de delivery adecuado los precios convergen nuevamente a sus paridades de equilibrio. Lo que sí tenés, definitivamente, es más volatilidad y el path de convergencia es quizás más errático.

MS: Tenés un trabajo muy desafiante y exigente. Sin embargo, tu pasión por el estudio, por seguir aprendiendo y profundizando tus conocimientos en teoría económica pura, especialmente sobre el pensamiento de la Escuela Austriaca, siguen siendo algo que te caracteriza y pienso que te hacen una linda excepción dentro de los economistas que ejercen la profesión. Vos mismo decís que es un hobby, pero tu dedicación y esfuerzo no merecen esa caracterización. ¿Cómo hacés para congeniar el estudio con tu trabajo?

IS: Digo que es un hobby porque me apasiona y lo hago con mucha dedicación. Pero me gusta siempre aclarar que no lo hago de manera profesional por una cuestión de respeto hacia aquellos que se dedican full time a lo académico. Tengo una gran admiración por quienes han optado por la investigación y la enseñanza como una forma de vida. Aclarar que es un hobby también me permite explicar por qué casi no publico a pesar de que leo mucho. Realmente mi trabajo no me deja tiempo para preparar papers aún cuando tengo unas cuantas ideas que me encantaría sistematizar adecuadamente por escrito. Pero por suerte leo bastante rápido y eso me permite seguir estudiando y mantenerme actualizado, aunque a veces en casa protesten porque siempre ando con un libro en la mano…

MS: Hablemos un poco más sobre la crisis que tanto sufre el mundo, lamentablemente. ¿Cuáles pensás que han sido sus causas?

IS: Creo que tenemos que enumerar una serie de causas y las características propias de la crisis son la consecuencia de la confluencia de las mismas en una determinada circunstancia histórica. La política monetaria de la Fed durante el período de Greeenspan fue muy expansiva: la tasa de interés estuvo muy baja durante mucho tiempo. A pesar de que el índice de precios al consumidor no subía porque la productividad aumentaba, se estaban produciendo desequilibrios importantes de precios relativos, especialmente en el sector de la construcción, que estaba apalancado por regulaciones muy perversas. La baja tasa de interés empujó a los inversores a buscar rentabilidad en nuevos productos-sectores que quizás no fueron bien evaluados-comprendidos ya que su riesgo estaba medido utilizando modelos que asumían una distribución normal de probabilidades, cuando el mundo no funciona de esa manera. Sobre este tema en particular recomiendo los libros de Nicholas Taleb. Adicionalmente creo que las empresas calificadoras de riesgo cumplieron un paper fiduciario muy pobre8. Las entidades financieras que están protegidas por seguros de depósito financiados por el sector publico, extienden sus riesgos por encima de lo prudente y se vuelven vulnerables frente a cambios imprevistos en las condiciones del mercado. Creo que también hay corresponsabilidad entre los accionistas de muchos bancos que avalaron sistemas de incentivos para sus traders que no eran coherentes con una visión de largo plazo. Pero no pienso en modo alguno que la crisis haya estado causada por la desregulación ni la codicia. Esta no es una crisis del mercado libre. Esta es una crisis más del intervencionismo. Hablando de intervenciones, la política monetaria de China y otros países asiáticos, sosteniendo el valor del dólar para evitar una apreciación de sus monedas, y de esta manera poniendo dólares en manos de bancos centrales que luego eran reciclados hacia el primer mundo en forma demanda de bonos, también contribuyó al desequilibrio.

MS: En la actualidad existen muchos economistas que plantean que la crisis se debe a una política monetaria demasiado expansiva orquestada por Alan Greenspan. Tenemos los casos importantes de John Taylor, Anna Schwartz e incluso de un keynesiano como Axel Leijonhufvud. Dentro de todas las teorías explicativas de los ciclos económicos, la de la Escuela Austríaca es la única o por lo menos la que más énfasis hace en este problema monetario. Sin embargo, salvo Leijonhufvud, los demás no hacen una mención explícita a los austriacos. ¿Es una casualidad que diferentes economistas lleguen a sus mismas conclusiones sin conocerlos o en realidad los conocen pero no les atribuyen los méritos que deberían? De ser esto último cierto, ¿Qué razones justificarían este comportamiento?

IS: Creo que no los conocen porque no se los estudia en muchas universidades, porque ya casi no se dan materias de historia del pensamiento en los programas de postgrado y porque la falta de formalización de la teoría austriaca le quita rigor a los ojos de algunos. Pero frente a la elegancia formal de lo inútil, me quedo con la simpleza descriptiva de un modelo que supo advertir sobre los desequilibrios que se estaban gestando. Lo que Taylor y Schwartz no enfatizan, sí Leijonhufvud, es que si bien la crisis tiene un origen monetario, los desequilibrios que se generan en la estructura de capital, son el meollo del problema. Y la teoría del capital es un capítulo clave de la contribución austriaca. Si el capital fuera homogéneo y maleable como suponen los neoclásicos, las crisis no deberían durar mucho tiempo porque la reasignación de factores sería muy simple.

* Entrevista publicada en la Revista Digital Orden Espontáneo de Septiembre del 2009.

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